El tiempo incierto, con cielos cubiertos y oleaje en algunos puntos del litoral, dejó a medio gas, como se aprecia en la fotografía tomada ayer en la playa de Gandia, la primera oleada de visitantes que durante este verano recalarán en los destinos turísticos valencianos. Las previsiones de ocupación para el mes de julio no son muy halagüeñas. En el caso de la Costa Blanca, la apertura de miles de nuevas plazas hoteleras en las zonas de Benidorm y Alicante y las superofertas de Baleares y Canarias mermarán la ocupación, según fuentes del sector. El mes será 'algo más flojo' que el del año anterior, señaló un hotelero de Benidorm.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de junio de 2002