Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) emitió ayer un comunicado donde afirma que el vertido de 40 millones de metros cúbicos de tierras bajo las dos futuras nuevas pistas de Barajas (véase EL PAÍS de ayer) busca sólo 'mantener las pendientes de los campos de vuelo'.
AENA precisa que las futuras pistas no tienen que ser reforzadas por existir en su subsuelo sepiolita y que la 'existencia de este mineral se conocía previamente' a la adjudicación del proyecto de ampliación del aeropuerto. 'Los 40 millones de metros cúbicos de tierras que está previsto mover tendrán como finalidad el mantenimiento de las pendientes de los campos de vuelo'.
Las pistas de vuelo tienen una pendiente longitudinal de un máximo del 1,5%, aunque se puede reducir hasta el 0,6%. Para mantener esta pendiente, AENA afirma que tendrá que echar 20 millones de metros cúbicos de tierra bajo cada pista, lo que equivale a un pirámide con la base de un campo de fútbol y una altura superior a los dos kilómetros. El diputado socialista Modesto Nolla duda de estos cálculos de AENA y afirma que 'este movimiento gigantesco de tierra pone, una vez más, en cuestión la ampliación de Barajas'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de junio de 2002