En una típica jornada de verano en el Cantábrico, con cielos grises y temperaturas frescas, la playa de La Arena vivió ayer una fiesta en el cielo. No estaba para baños ni de sol ni de mar, pero sí para disfrutar del baile de las cometas y los globos aerostáticos de la Zeruan Festa. Quienes no se conformaron con ser espectadores pasivos pudieron enrolarse en un parque de actividades,que ofrecía desde escalada en un rocódromo a toboganes. Hoy se repetirá la fiesta, a partir de las 10 de la mañana.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de junio de 2002