En los próximos meses se dictarán varias sentencias sobre la protección de la huerta de La Punta y sobre la construcción de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL). Si se destruye La Punta y los jueces dan la razón a los ciudadanos, tendremos un nuevo escándalo como el del Teatro Romano de Sagunto. Las prisas a veces juegan malas pasadas. Recuerdo que las elecciones son el año que viene.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de julio de 2002