Desde hace más de un año nos congratulamos de que Barcelona está recuperando un espacio tan importante como el del ex Hospital Militar para su uso sanitario y como zona verde. El proyecto de reforma ganador del concurso planteaba una rehabilitación muy interesante y acorde con el entorno. El pasado otoño, el Ayuntamiento de Barcelona se descolgó con la aprobación de un Plan Especial de Ordenación que, aparte de aumentar salvajemente la edificabilidad, permite construir una torre de 17 plantas en medio del parque sanitario. ¿Es necesario (ético, legal...) plantar una mole de esas dimensiones en un tejido urbano consolidado desde hace más de 30 años y en equilibrio y diálogo respetuosos con la sierra de Collserola y el Tibidabo? Y si son necesarios tantos metros de techo, ¿no se pueden repartir en edificaciones más bajas en sintonía con el entorno? ¿Hace falta destrozar algo que ya estaba bien?.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 2 de julio de 2002