Ya estamos en verano. Sol, playa, una época del año donde todos estamos dispuestos a pasarlo bien. Vuelve el calor, y con él muchos tópicos, como los trabajos de verano para los jóvenes. Terrazas, discotecas y bares se llenan de jóvenes que junto a los inmigrantes ofrecen su trabajo para largas jornadas; la hora no se paga ni a 6 euros, y afortunado aquel que tiene contrato. Y están los que hacen prácticas, trabajan igual o más que sus compañeros y cobran la mitad o menos; o los que ofrecen, a veces obligatoriamente como pasa en cursos de Formación Profesional, su trabajo a cambio de nada. Bueno, a cambio de las gracias. La experiencia laboral es necesaria en un currículum, pero si es haciendo prácticas no está bien vista. Así es el verano. Helados, cine ... y trabajar de pringados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 2 de julio de 2002