Las rebajas de verano comenzaron ayer en la mayoría de comercios y grandes almacenes de la región, con las clásicas concentraciones de clientes y las pacíficas peleas por hacerse con los mejores chollos. La bajada de temperaturas invitó a más de uno a salir de casa para pasar la tarde en tiendas abarrotadas y sufrir las tradicionales colas frente a las cajas registradoras.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 2 de julio de 2002