El ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, justificó ayer la repatriación y arresto de cinco marineros de la fragata Santa María, uno de los tres buques españoles que patrullan el Océano Índico dentro de la Operación Libertad Duradera, porque 'han tenido excesos que hay que corregir'.
El ministro aseguró que 'no existe un problema general' de consumo de drogas entre los soldados y marineros profesionales que exija adoptar 'medidas especiales', pero admitió que 'no es infrecuente', sino 'desgraciadamente normal', que se produzcan hechos como los sucedidos durante la escala del buque en el puerto de Mombasa (Kenya).
'Junto a la terrible noticia de la pérdida de uno de nuestros marineros', afirmó refiriéndose a la muerte de un cabo primero en el hospital de dicha ciudad, 'ha habido que instruir expediente contra otros cinco miembros de la tripulación' por su conducta en la salida a tierra.
El ministro alegó que la fragata 'llevaba muchísimo tiempo sin tocar tierra' y que la vida en los buques 'es muy dura, y mucho más en aguas del golfo Pérsico'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de julio de 2002