Con tristeza y un cierto grado de aprehensión compruebo que se han cerrado a la natación las piscinas del polideportivo El Jaro de Arrigorriaga durante los meses de julio y agosto. Este hecho impide totalmente la práctica de la natación como deporte y como terapia a quienes padecemos diversas dolencias en las que está particularmente indicada, pues no se puede nadar de manera continuada en una piscina ocupada por niños jugando y personas que disfrutan de un chapuzón relajante.
Así, a quienes vemos aliviadas nuestras dolencias musculares con este ejercicio, se nos condena a la recaída o a la búsqueda de un lugar alternativo donde practicar un deporte que, en muchas ocasiones, es el único que estamos capacitados para desarrollar sin exponernos a una lesión. Ya que tan lamentables son las finanzas del Ayuntamiento que no puede permitirse el mantener abierto un servicio público durante todo el año (aunque no informa de ello cuando se formaliza la inscripción en enero) sugiero que nos dé al menos la posibilidad de pagar por el uso de las instalaciones. Contaríamos al menos con la ventaja de no tener que desplazarnos lejos del municipio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de julio de 2002