La campaña de recolección de la fruta en las comarcas de Lleida se presenta este año más conflictiva que en años anteriores debido a la llegada masiva de inmigrantes sin papeles y sin posibilidad de encontrar un trabajo porque la mayor parte de las ofertas se han cubierto con trabajadores contratados en sus países de origen. Para evitar que la situación derive en conflictos sociales, los Mossos d'Esquadra, en colaboración con los demás cuerpos policiales, intensificarán los controles para detener y expulsar a todos los temporeros que estén en situación irregular.
El problema que se avecina es tan serio que el consejero de Interior, Xavier Pomés, se ha desplazado dos veces a Lleida en menos de una semana para analizar la situación con los alcaldes de la zona del Baix Segre. Pomés, que ayer también se reunió con el alcalde de Lleida, el socialista Antoni Siurana, anunció que la policía autonómica aumentará los controles con la finalidad de detener a todas las personas que lleguen sin papeles a la zona para ponerlas a disposición del Grupo de Extranjería del Cuerpo Nacional de Policía con el fin de que proceda a su expulsión de España. Según Pomés, este tipo de medidas policiales son totalmente necesarias para frenar la llegada de temporeros sin contrato. 'Queremos evitar que se altere la convivencia entre ellos y con el resto de los ciudadanos', precisó el consejero.
Además este año la cosecha de fruta es inferior a la de otros años y la mayoría de los puestos de trabajo de recolección serán ocupados por trabajadores contratados principalmente en Colombia, Polonia y Marruecos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de julio de 2002