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La OTAN decidirá en noviembre las opciones de Bétera como cuartel de alta disponibilidad

Zaplana rinde una visita de cortesía al secretario general de la Alianza en Bruselas

La OTAN decidirá el próximo noviembre la ubicación de los cuarteles generales de las fuerzas de alta disponibilidad entre cuyas posibles sedes se cuenta la base Jaime I de Bétera, en Valencia. Todo indica que las tres sedes previstas inicialmente podrían ampliarse puesto que las inversiones para adaptarlas corren a cargo de los respectivos estados. Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat, rindió ayer en Bruselas una visita de cortesía al secretario general de la Alianza Atlántica, el británico George Robertson, y expresó su confiaza en las posibilidades de Bétera.

Zaplana se entrevistó durante un cuarto de hora con Robertson en un gesto de cortesía previo a un simposio que tienen previsto celebrar en Valencia los responsables del Sactlant, el Mando Atlántico de la OTAN, el próximo mes de septiembre, según fuentes diplómaticas. Pero el presidente de la Generalitat comentó, en declaraciones a Europa Press, que el objeto de la reunión era 'intercambiar impresiones' sobre la posible ubicación de un cuartel general de la OTAN en Bétera. También subrayó que Robertson le dijo que era la primera vez que un presidente regional visitaba al secretario general de la Alianza Atlántica.

La OTAN se encuentra inmersa en un profundo proceso de revisión de su organización actual impulsado esencialmente por Estados Unidos y el Reino Unido a partir de los sucesos del 11 de septiembre para recortar sus gastos generales y dirigir sus esfuerzos hacia la prevención de actos terroristas.

El proyecto para establecer la sede del Mando Subregional Conjunto Suroeste de la OTAN en la localidad madrileña de Retamares, por ejemplo, está en el alero, como el resto de mandos subregionales previstos en 1999.

El modelo a implantar en Bétera, sin embargo, responde a las nuevas directrices de la Alianza que parece inclinada a fomentar el recurso a las fuerzas de alta disponibilidad (high readyness forces) con una rápida capacidad de reacción.

La OTAN tenía previsto inicialmente dotarse de tres cuarteles de alta disponibilidad. Compiten por ese papel la base de Bétera, el ARCC británico, el Eurocuerpo, el Cuerpo de Ejército anglo-holandés, un cuartel italiano y otro turco.

Bétera superó con elogios las primeras inspecciones técnicas de sus instalaciones a mediados de mayo. Un equipo de 25 expertos acreditaron su Capacidad Operativa Intermedia, incluso apuntaron que podría superar en algunos campos la Capacidad Operativa Final, la que requieren las fuerzas de alta disponibilidad.

El Ministerio de Defensa ha anunciado una inversión de 156 millones de euros para dotar de plena capacidad las instalaciones de Bétera. La mitad de esos fondos irá destinada a mejorar los equipos de comunicaciones de la base. Una opción que también han asumido otros estados que aspiran a acoger en su territorio cuarteles generales de fuerzas de alta disponibilidad.

Dadas las circunstancias, es probable que la OTAN amplíe el número de sedes, entre otras cosas porque los costes para adaptarlas los asumen los estados al margen del presupuesto de la Alianza.

La nueva doctrina militar y la ubicación definitiva de los nuevos mandos deben decidirse el próximo mes de noviembre en una cumbre prevista en Praga, capital de la República Checa.

Zaplana, en Bruselas, anticipó que la candidatura de la base de Bétera 'está muy bien enfocada' y recordó que 'el proceso de elección lleva su curso, requiere de informes pertinentes y Bétera los ha pasado de forma excelente'. 'Todas las apuestas abogan por que Bétera se convertirá en cuartel de la OTAN', concluyó Zaplana.

Los futuros cuarteles deben tener carácter multinacional, de acuerdo con las exigencias de la OTAN. El 40% de los 400 miembros del Estado Mayor serán extranjeros. Defensa ha establecido compromisos con 10 países dispuestos a desplazar mandos a Bétera. Portugal y Grecia, además, se han comprometido a desplazar sendas brigadas mecanizadas, de modo que un general portugués sería el segundo mando y un general griego el jefe de logísitica.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de julio de 2002