EE UU exigió ayer a las autoridades afganas ver los cadáveres de las 40 víctimas causadas por sus aviones que el pasado domingo bombardearon por error una boda al sur del país. La misión de investigación sobre el terreno (cinco soldados norteamericanos y siete oficiales afganos), llegada el miércoles a la zona, ha visto daños materiales y rastros de sangre, según el Pentágono, pero ni cuerpos ni tumbas.
Sin embargo, los civiles muertos podrían haber sido enterrados al día siguiente del ataque y en Afganistán son raras las exhumaciones. La misión visitó una clínica de la región donde fueron hospitalizados 96 heridos, tres de los cuales murieron, según el médico.
Unas 50 personas, tanto hombres como mujeres, se manifestaron ayer en Kabul, la capital afgana, en protesta por la muerte de civiles en el bombardeo. Se trata de la primera manifestación de este género en el país desde el inicio de la campaña aérea estadounidense hace nueve meses.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de julio de 2002