El líder peronista con mejor imagen y el que recoge mayor intención de voto en los primeros sondeos con vistas a las elecciones primarias que deben celebrarse a finales de noviembre, Carlos Reutemann, gobernador de la provincia de Santa Fe, una de las tres más importantes del país, postergó una semana su decisión de presentarse a la disputa interna para ser el candidato del Partido Justicialista en las elecciones a presidente de la nación, adelantadas al 30 de marzo de 2003. No obstante, cuando le preguntaron por una posible pugna con el ex presidente Carlos Menem por la candidatura peronista a la presidencia en las primarias de su partido, dijo: 'Soy capaz de competir hasta con el diablo'. Según Reutemann, su intuición le inclina hoy 'por la negativa', pero admite que debe consultar con sus colaboradores, 'porque el momento es muy difícil, de mucha responsabilidad, y hay que pensar en servir a la patria'.
'¡Che, gallego!, ¿cuánto cuesta una campaña electoral para la interna?', le preguntaba Reutemann hace dos días al gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, otro de los precandidatos y uno de sus aliados potenciales en caso de que la disputa se reduzca a los tres primeros favoritos: Reutemann, el ex gobernador de San Luis y ex presidente interino a finales de diciembre, cargo al que renunció al cabo de una semana de gobierno, Adolfo Rodríguez Saá, y el ex gobernador de La Rioja, Carlos Menem, ex presidente durante diez años, de 1989-1999.
Además de ser considerado por quienes le conocen bien como un 'gringo duro', un hombre de campo, algo 'tacaño' o avaro con el dinero, de pocas palabras y muy exigente, los críticos que ahora se le suman dentro y fuera del partido le han rotulado ya como 'el De la Rúa del peronismo', aludiendo a la incapacidad manifiesta para tomar decisiones del ex presidente radical Fernando de la Rúa, obligado a renunciar al cumplirse dos de sus cuatro años de mandato.
Reutemann, ex piloto de fórmula 1 en los setenta, dijo que no temía a Menem, líder peronista que le impulsó como candidato a gobernador de Santa Fe a comienzos de los noventa, ni a nadie: 'He sido toda mi vida competitivo, desde chiquito, y no tengo miedo a la competencia; estoy dispuesto a competir con el mismo diablo si fuera necesario', dijo el gobernador, pero al mismo tiempo advirtió: 'A mí no me interesa ponerme la banda presidencial para después ver qué hago. La semana que viene voy a informar de la decisión que tome, si voy a ser candidato a presidente o no'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de julio de 2002