Recientemente, un grupo de 18 profesores latinoamericanos hemos concluido el Master en Dirección de Centros Educativos que con tan alto nivel dictara el Centro Universitario Villanueva, de Madrid.
Quienes así lo hicimos debimos permanecer casi cuatro meses en esa bella ciudad, lo que nos permitió, además, apreciar y disfrutar de sus imponentes bellezas y atractivos culturales, como también conocer importantes aspectos de la idiosincrasia y cotidianeidad del pueblo español, lo que ha constituido una de las más enriquecedoras experiencias vividas por quienes integramos el privilegiado grupo de profesores ya mencionado.
Todo ello, de ninguna manera habría sido posible de no mediar el importante apoyo otorgado por la Fundación Carolina, de lo cual, en esta oportunidad, dejo pública constancia agradeciendo la permanente deferencia y máxima atención de quienes la representan.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de julio de 2002