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GENTE

TRIUNFÓ LA NARIZ DE LUCIO DEL CAMPO

Olió, no vio y venció. La nariz de Lucio del Campo han dicho que es de oro. Porque acertó, sólo con su olfato, las características del contenido de una copa opaca. Y ayer el pintor Antonio López le entregó el trofeo del que es autor como mejor sumiller de 2002, o sea, Nariz de Oro-Montecillo, un galardón al que aspiraban más de quinientos profesionales de toda España. Lucio del Campo, alma de los vinos que se ofrecen en el Mesón La Cueva de San Esteban, de Segovia, superó a Rafael Pérez y a Pere Palamada, venidos de la zona mediterránea, en el concurso convocado ya por undécima vez por la publicación Vino y Gastronomía, que durante el pasado fin de semana celebró la final del certamen en Madrid. Toda una ceremonia sutil que elige al más entendido en caldos, muy alejado del antiguo saumelier francés, el que conducía las bestias de carga. Ahora la nariz es la que trabaja.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 8 de julio de 2002