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Un 'duro' final de legislatura

Llamamientos a la ilusión ante un futuro incierto y críticas al bloque de los partidos de izquierda en el Parlament se mezclaron en el discurso que Josep Antoni Duran Lleida, presidente del comité de gobierno de Unió Democràtica, dirigió ayer en Platja d'Aro (Baix Empordà) a los participantes en la escuela de verano del partido democristiano. El líder conservador auguró un año 'difícil, complejo y duro' a sus militantes, a quienes animó a 'echar el resto'. Respecto al complejo final de legislatura al que se enfrenta CiU, Duran auguró que 'se pondrán de acuerdo todos contra CiU', aunque también precisó que el resto del arco parlamentario tendrá interés 'para no hacerlo muy frecuentemente'.

El líder de UDC explicó que el aislamiento que sufre la federación nacionalista en las últimas semanas debe servir para reforzar sus posiciones. 'Hay momentos en los que la incomprensión, en política, da satisfacción', aseguró. Inmediatamente añadió: 'Y si perdemos alguna votación, no pasa nada'. Duran rechazó la posibilidad de pedir la confianza del Parlament si su debilidad parlamentaria fuera en aumento: 'Si tenemos que someternos a la confianza, nos someteremos a la del pueblo de Cataluña, porque la tenemos, porque nos dio los votos, los escaños al Parlament para asumir la responsabilidad de gobierno'.

El político conservador ofreció una receta para los militantes que puedan caer en la 'tentación de la desesperación': mirar al pasado. Se trata, dijo, de valorar todo lo que CiU ha hecho por el país y sentirse orgulloso de ello. 'Es la hora de rehacer lealtades' y volver a ganar 'en el cuerpo a cuerpo' con los ciudadanos, explicó el líder democristiano.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 8 de julio de 2002