Juan Pablo II pidió ayer a los jóvenes que descubran 'el valor de la castidad' y vivan en el camino del 'amor sincero' en lugar de 'seguir los impulsos del placer y de las posesiones materiales'. En el último Ángelus antes de las vacaciones, el Pontífice dirigió un mensaje de 'firmeza espiritual' a los jóvenes, con quienes se encontrará a finales de mes en su viaje a Toronto (Canadá).
Juan Pablo II se refirió en su discurso a Santa María Goretti, de cuyo martirio se cumplen ahora 100 años. Esta 'mártir de la pureza' se defendió 'con heroica castidad' de una violación 'hasta el supremo sacrificio de la vida'. 'Su martirio', dijo el Papa, 'recuerda que el ser humano no se realiza siguiendo los impulsos del placer, sino viviendo la propia vida en el amor y la responsabilidad'.
A juicio del pontífice, esta niña mártir 'es un ejemplo para las nuevas generaciones, amenazadas por una indiferencia que no ayuda a comprender la importancia de los valores sobre los que nunca se deben hacer concesiones'.
A la espera de que se celebre en Toronto la Jornada Mundial de la Juventud, el Papa, bastante fatigado, pidió a los jóvenes que no dejen que 'el placer anestesie' sus conciencias.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 8 de julio de 2002