Rob Bain, responsable del circuito de Silverstone donde se disputó el Gran Premio de Gran Bretaña, dimitió tras las críticas del patrón de la fórmula 1, Bernie Ecclestone, que calificó la prueba de 'feria campestre convertida en evento mundial' dada la poca asistencia de público.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de julio de 2002