La juez de instrucción de Villablino (León) abrió ayer las diligencias para pedir a un instituto toxicológico que investigue los restos de los nueve cadáveres encontrados en la fosa común de la Guerra Civil en Piedrafita de Babia. En teoría, todos ellos pertenecen a milicianos republicanos fusilados en una cuneta y enterrados allí mismo. Ésta es la única manera de que los familiares, especialmente los más ancianos, puedan enterrar pronto los cadáveres. Si no, habría que esperar a una lenta prueba del ADN, el método seguido con los cuerpos localizados el año pasado. Los trabajos continúan en otras siete fosas más pequeñas en distintos pueblos de El Bierzo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de julio de 2002