La policía del Ulster patrullaba ayer la zona donde el domingo resultaron heridos 24 policías en el polémico desfile de la protestante Orden de Orange, entre Portadown y Drumcree (sureste norirlandés), y prevé que habrá más detenciones. El enfrentamiento, que ya ha llevado a la detención de cuatro personas, empañó una marcha que había transcurrido en paz y se originó por la negativa de policías y soldados a permitir el paso de los protestantes hacia el barrio católico de Garvaghy Road.
Tras los altercados, la policía mantenía ayer las barreras metálicas levantadas para impedir el acceso a ese barrio católico como medida de precaución ante posibles incidentes. Cuatro personas comparecerán hoy ante un tribunal norirlandés en relación con los altercados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de julio de 2002