Los mercados registraron en la jornada de ayer pérdidas importantes en sus indicadores. De nuevo, las ventas presionaron con fuerza en la mayoría de las empresas y muy especialmente en bancos y Telefónica. El índice general de la Bolsa de Madrid se anotó una pérdida del 1,82%, mientras que el Ibex 35 retrocedió el 1,91% y volvió a perder el nivel de los 7.000 puntos.
Los inversores no tienen nada claro a que carta jugar, y es por ello que cualquier subida viene acompañada rápidamente de un papel dispuesto a recoger los beneficios por mínimos que sean. Nada bueno acompaña en estos momentos a la renta variable y los datos económicos que se publican lo único que hacen es complicar más la situación. La cifra de producción industrial en Alemania correspondiente al mes de mayo cayó un 1,3%, las previsiones de los analistas apostaban por un repunte del 0,3%, y el paro alemán subió en 39.000 personas.
En un ambiente claramente vendedor, aunque la apertura moderada de Wall Street suavizó las pérdidas en las últimas horas de negociación, BBVA y SCH se anotaron caídas en sus precios del 3,17% y un 3,56%, respectivamente. Telefónica también fue otro valor muy castigado debido, en parte, a las pérdidas del pasado ejercicio al aplicar las normas contables de EEUU, aunque según la normativa española obtuvo beneficios. Al cierre, la operadora bajó un 3,22% y perdió el nivel de los 9 euros.
El euro fue punto de atención a lo largo de todo el día al superar la cota de los 99 centavos de dólar. La debilidad del dólar en el mercado de divisas permitió a la moneda europea marcar un cambio medio en 0,9930 unidades y en lo que va año ya se ha revalorizado un 12,67%.
El volumen de negocio en el mercado continuo se mantiene prácticamente en los mismos niveles de los últimos días con 1.753 millones de euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 10 de julio de 2002