El Departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasco ha cerrado la investigación por el último vertido tóxico en el río Nervión sin determinar su culpable. La falta de pruebas ha obligado a adoptar esta decisión, informó un portavoz oficial.
El atentado ecológico ocurrió el lunes en este río a su paso por la localidad de Arrigorriaga. Un millar de peces murió a consecuencia del derrame, que en un principio se atribuyó a una lavandería. La demora en el aviso del vertido tóxico -ocurrió a las 9 horas y no se tuvo conocimiento hasta las 11- y el elevado caudal del río imposibilitaron la toma de muestras y, con ello, la determinación de responsabilidades.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 10 de julio de 2002