Les voy a decir dos motivos por los cuales Cataluña es diferente. Primero, ¿Se imaginan a un presidente de la Generalitat que no hablase catalán? Se lo digo porque aquí hemos tenido uno que no soltaba una en valenciano. Y, segundo, ¿se imaginan a Jordi Pujol o Pasqual Maragall aceptando el cargo de ministro del Gobierno de España? A que no, entre otras cosas, porque para ellos no hay cargo más importante que ser presidente de los catalanes. Pues aquí tenemos a Zaplana que ha perdido el trasero por irse a Madrid, y, ojo, que no ha engañado a nadie, desde el principio sabíamos de sus ansias. La diferencia es que a los valencianos nos parece de perlas tener personajes de esta guisa y a los catalanes no. Lo dicho, Cataluña es diferente al resto de España.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 12 de julio de 2002