La pintora ceutí Cristina Navarro, afincada en Valencia, presentó ayer una exposición retrospectiva en la que rememora el mundo onírico, los recuerdos infantiles y las principales preocupaciones del ser humano. La sala municipal de las Atarazanas acoge hasta septiembre esta muestra, titulada Evolución y síntesis, donde reúne pinturas, dibujos y grabados realizados por la artista, que refleja en su trabajo sus experiencias personales tamizadas por un personal lirismo, no exento de humor. Las figuras geométricas y las diferentes gamas cromáticas caracterizan su trabajo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 12 de julio de 2002