El islote de Perejil (latitud 35º Norte y longitud 5º Oeste) está situado entre las puntas de Almanza y Leona, a unas seis millas del centro de Ceuta y separado del continente africano por un canal de apenas media milla. En la actualidad se encuentra deshabitado y sólo ocasionalmente es visitado por submarinistas deportivos.
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La masa pétrea, que debe su nombre a las matas de perejil que crecían en las peñas, formaba parte del cercano monte Yebel Musa (también conocido como Abila), el sobresaliente monte rocoso que en la antigüedad fue considerado una de las columnas de Hércules, según relata el historiador Wenceslao Segura González. Éste cita cómo algunos investigadores la han identificado con la isla Ogigia, de la que se habla en la Odissea, donde Ulises (Odisseo) fue retenido y amado por Callipso.
El islote tiene forma triangular y su máxima longitud es de una milla y en algunos puntos tiene una elevación de 74 metros. Cuenta con una enorme cueva con el tamaño suficiente como para albergar a 200 personas. El fondeadero del peñón ha sido tradicionalmente usado como refugio de embarcaciones de pesca ante súbitas llegadas del mal tiempo, pero también por contrabandistas, según Segura. Cuenta, además, con dos caletas, llamadas del Rey y de la Reina. El islote está considerado un paraíso para los submarinistas, ya que a su alrededor las aguas alcanzan profundidades de entre 20 y 30 metros.
La última ocupación de este islote, también conocido como Coral, fue española, cuyas fuerzas militares se retiraran ya comenzados los años sesenta, dentro del proceso de descolonización de Marruecos. Sus últimos inquilinos fueron los miembros de un destacamento de la Compañía de Mar formado por un cabo y cuatro soldados, que dependían de la Capitanía Militar del Norte de África. En las caletas del peñón aún pueden verse los restos de una torre y de un aljibe, levantados durante la ocupación portuguesa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 12 de julio de 2002