Nos hemos quedado perplejos, como todos los que en esta comunidad autónoma se encuentran preparándose unas oposiciones, al leer la Resolución de la Consejería de Salud de la Junta de 7 de mayo de 2002, del SAS por la que se convoca proceso extraordinario de consolidación de empleo. O lo que es lo mismo un concurso-oposición para regular a todos los interinos.
Colectivo, que en el caso de los de Trabajadores Sociales de Sevilla nadie conoce cómo accedieron a serlo, ya que jamás ha existido una bolsa de trabajo en nuestra provincia para dicha categoría. Reivindicación histórica de nuestro colectivo profesional y que los sindicatos mayoritarios jamás han apoyado. Eso sí, los sindicatos han pactado una resolución por la que se convoca un concurso-oposición, donde la oposición consistirá según su texto literal: 'En la realización, durante un tiempo mínimo de dos horas, de un ejercicio consistente como máximo en veinte preguntas con respuestas alternativas, más tres de reserva, relativas a la práctica más común y habitual de la correspondiente categoría profesional'. Para aprobar dicha oposición vale con el 50% de las preguntas acertadas, o lo que es lo mismo con 10 preguntas una persona puede aprobar y se considera suficientemente cualificada.
Cual no ha sido nuestra sorpresa cuando para acceder a un puesto de trabajador social en cualquier otra administración pública de Andalucía el proceso de oposición son como tres exámenes: el primero de tipo test de 100 preguntas mínimo, en un tiempo de 90 minutos (según la vigente oferta pública), el segundo dos temas escritos con lectura del mismo ante tribunal, y finalmente, un tercero sobre un caso práctico. Y cuando los interinos del resto de la administración andaluza se encuentran con la puerta abierta para salir en cada convocatoria de concurso-oposición, habiendo accedido tras haber aprobado al menos uno de los tres exámenes de convocatorias anteriores
Esta resolución es un ataque directo a los principios de igualdad. No estamos contra la regulación de los trabajadores interinos, ni de garantizar una estabilidad en el trabajo, pero la forma nos parece indigna.
Esta convocatoria o es una oposición para bordelines, o en realidad, es un definitivo intento del socialismo andaluz para colocar a sus afines en puestos para toda la vida.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de julio de 2002