Tras años de negociaciones, la nueva Ley de Mecenazgo, que regula el régimen fiscal de las fundaciones sin ánimo de lucro, ha visto la luz. Para cumplir su objetivo -apoyar la protección y realización de actividades de interés gene-ral- la ley se muestra más generosa en el tratamiento tributario a las fundaciones, que, a partir de 2003, no pagarán impuestos sobre la mayor parte de sus rentas, plusvalías o ganancias.
Además, Hacienda devolverá 25 céntimos de cada euro donado por los particulares a los proyectos diseñados por las fundaciones. Si quien realiza la aportación es una persona jurídica, un 35% de su importe se desgravará de la cuota a pagar por el impuesto de sociedades, y no de la base imponible, como ocurría ahora en un porcentaje del 30%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 14 de julio de 2002