Ocho jugadores de la selección de fútbol iraní han sido condenados a la pena de flagelación por frecuentar una casa de citas de la capital, Teherán. Estos castigos se encuadran dentro de la campaña policial iraní en contra del resurgimiento de la prostitución, delito penado por ley desde la revolución islámica de 1979.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 15 de julio de 2002