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Tres años y medio de cárcel para dos condenados ya por el crimen de la Villa Olímpica

Una juez de Barcelona ha condenado a dos de los acusados y también condenados por el crimen de la Villa Olímpica a sendas penas de tres años y medio de prisión por agredir brutalmente al vigilante de una discoteca, también del Puerto Olímpico, tras ser expulsados del local. El Juzgado de lo Penal número 13 de Barcelona considera probado que los dos jóvenes lanzaron la tapa de una alcantarilla desde una altura de cuatro metros a la cabeza del vigilante de seguridad, desde una terraza superior a la discoteca Panini. Esta agresión se produjo la madrugada del 27 de noviembre de 1999, meses antes del asesinato de Carlos Javier Robledo Peña, que murió el 1 de abril de 2000, tras ser brutalmente agredido a la salida de una discoteca de la Villa Olímpica por un grupo de seis jóvenes, entre los que se encontraban los dos que han sido condenados ahora.

Los condenados son Juan María Fernández Gascón, a quien la Audiencia de Barceona impuso 32 años y 10 meses de cárcel por un delito de asesinato, uno de asesinato en grado de tentativa y robo con violencia e intimidación, y Rafael Reyes Iglesias, condenado a 32 años y 4 meses por los mismos delitos. El Juzgado de lo Penal número 13 de Barcelona ha condenado ahora a sendas penas de tres años y medio de cárcel a Reyes y a Fernández Gascón por un delito de lesiones con alevosía, aunque les ha atenuado la pena al aplicarles una atenuante por embriaguez. Además, ha condenado a los dos jóvenes a indemnizar a la víctima con 3.000 euros por las lesiones y secuelas causadas.

A consecuencia del golpe, el vigilante sufrió traumatismo craneoencefálico y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. No obstante, el fallo señala que las consecuencias del ataque de los dos jóvenes podían 'haber sido mucho más graves'. Inicialmente, el juzgado de instrucción que investigó los hechos abrió diligencias por homicidio, aunque al final se celebró juicio oral por lesiones. El fiscal pidió una pena de cinco años de cárcel para cada uno por un delito de lesiones.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de julio de 2002