El dirigente de ETA Julián Atxurra Egurola, Pototo, fue juzgado ayer en la Audiencia Nacional por haber ordenado el secuestro del industrial Julio Iglesias Zamora en 1993.
Pototo, que llegó a España el pasado 5 de abril para una entrega temporal de cinco meses y ya ha sido condenado por otros hechos a 46 años de prisión, cumplió con la escenificación que los militantes de la banda terrorista realizan en los últimos tiempos en la Audiencia Nacional. Vestido con un polo azul marino y tejanos, Pototo mantuvo una actitud retadora y ademanes chulescos. Interrumpió las preguntas del fiscal para decir que no daba ninguna legitimidad al tribunal para juzgarle y precisar que lo que pudieran hacer en el juicio, la condena que pudiera caerle -le piden 15 años por ordenar el secuestro- le da lo mismo.
Igual que hicieron los últimos etarras que han sido juzgados, Pototo asumió que es militante de ETA y los atentados que esa banda ha realizado antes y después de su detención. Y también como ellos se negó a declarar sobre cualquier dato concreto relativo al secuestro de Julio Iglesias Zamora.
Se mostró dispuesto a hablar del 'conflicto [político]', y como el presidente del tribunal, Siro García, le cortó, dirigiéndose a él dijo: 'Puede decir a sus jefes que esta guerra la tienen perdida'. A lo que el presidente respondió: 'Afortunadamente, no tengo otro jefe que la ley'.
Pototo intentó seguir hablando de buscar una solución, pero como el presidente ordenó que fuera expulsado de la sala, siguió diciendo: 'Los de ¡Basta ya! y el Foro de Ermua podrían ir a la isla Perejil para ver si consiguen hacer algo allí'. Acto seguido gritó Gora Euskadi.
Julio Iglesias Zamora narró cómo había sido secuestrado, y su cautiverio. Es el tercer juicio que se celebra por esos hechos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de julio de 2002