El vicepresidente primero, Mariano Rajoy, fue el encargado de leer en la puerta del Congreso la respuesta de La Moncloa a Mohamed Benaissa. Lo hizo tras reunirse brevemente con la ministra de Exteriores, Ana Palacio, con el ministro de Defensa, Federico Trillo, y con el asesor en política internacional del presidente del Gobierno, Ramón Gil Casares.
Palacio confirmó que ayer mismo tuvo una larga conversación telefónica con el titular de Exteriores marroquí, y que el secretario de Estado de Exteriores, Miquel Nadal, habló también con su homólogo Firi Fassi. Palacio reveló asimismo que conversó también con el secretario de Estado estadounidense, Colin Powell. "He estado en contacto con el secretario de Estado de Estados Unidos, y dentro de lo que son las conversaciones y las relaciones, la relación entre ambos países [España y EE UU] es excelente", se limitó a decir.
En relación con la rueda de prensa de Benaissa, la ministra dijo que espera que Marruecos no "intente abrir cuestiones que están perfectamente cerradas, en el sentido de que son indiscutidas e indiscutibles. En concreto, Ceuta y Melilla son lo que he dicho". Palacio destacó, además, "que el Gobierno utilice el lenguaje de los símbolos" reforzando las dotaciones navales en estas dos ciudades.
Las razones de España
Rajoy resumió las razones en las que España apoya su reivindicación de que en torno a Perejil existe un antiguo statu quo de desmilitarización que no puede ser interrumpido por la fuerza. "La independencia de Marruecos y el fin del Protectorado tiene lugar en 1956, y sin embargo España mantiene hasta 1960 una presencia militar permanente en la isla, en concreto un destacamento de la Compañía del Mar", dijo el ministro. "A partir de 1960, España lleva a cabo visitas de inspección con carácter regular y continuado para asegurar un control del contrabando y de la inmigración ilegal", prosiguió Rajoy, quien destacó que "la no inclusión de la isla en el Estatuto de Ceuta no puede ser interpretada como un cambio en la posición española al respecto".
Los embajadores de los Quince en Rabat se reunieron a ayer para analizar la nota verbal entregada por Benaissa al embajador de España, Fernando Arias-Salgado. "La UE rechaza el método de ocupación empleado por Marruecos en este caso, aun admitiendo que la isla pueda estar en litigio", explican fuentes europeas conocedoras de lo tratado en la reunión. "Pero es inaceptable recurrir a la fuerza; si quieren pueden acudir al Tribunal Internacional de La Haya ", enfatizan, antes de destacar la "solidaridad" de los miembros de la Unión con España.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de julio de 2002