El Ayuntamiento de José María Álvarez del Manzano quiere que las próximas fiestas de la Paloma se celebren sin música en la calle. Así se lo ha transmitido a los dueños de bares y pequeños locales de la zona Centro, aunque la circular correspondiente no verá la luz hasta dos días antes del evento, para que no dé tiempo a reclamar nada.
Sólo la defensa ciega de los feriantes que montan sus chiringuitos en la plaza de Las Vistillas explica que el Ayuntamiento de Madrid haya decidido aplicar semejante castigo a los bares, a la gente del barrio, al espíritu alegre y callejero de unas fiestas.
En este caso, el del autoritarismo municipal, no hacen falta ni decretazos ni nada, basta con la amenazante visita del comisario Heras, quien, con su famoso 'porque lo digo yo', avisa de que no podrá haber nada de música hacia el exterior en ningún local del distrito.
Mal nos va a ir en este Madrid agonizante entre las garras de una derecha inculta y aburrida si seguimos dejando que nos cierren las plazas, que nos quiten la música. ¿Qué será lo siguiente? ¿Acabarán enchironándonos si nos besamos en los portales?-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de julio de 2002