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GENTE

PUTIN SE LLAMA AHORA PEPSI

La provincia de Cheliábinsk es una de las que más han contribuido a lo que muchos ya califican de culto a la personalidad del actual líder ruso, Vladímir Putin. Allí ya existe un museo de Putin, en el Combinado Metalúrgico de Magnitogorsk; en la provincia, la fábrica de Kusa hace bustos del presidente, que vende a uno o dos euros, según el tamaño; Mijaíl Aníshchenko, un jurista local, ha compuesto una canción sobre el líder ruso y hace poco surgió un bar llamado Putin. A sus dueños, Yelena Térej y Yevguenia Bosrishpólskaya, se les ocurrió abrirlo después de comprobar que en Israel ya existía uno con ese nombre. Pero ahora han tenido que rebautizarlo y ponerle Pepsi, ya que la administración del distrito Metalurguícheski les hizo la vida imposible. Primero les exigió que retiraran el retrato de Putin que adornaba una de las paredes del bar, y después, que cambiaran el letrero. Por último, unos policías les advirtieron que si no lo quitaban encontrarían otros métodos para obligarles a hacerlo. El bar servía pinchos Vertical del Poder acompañados de cóctel Kremlin. Parece que la campaña de culto a Putin está siendo reemplazada por otra anticulto. Así, en la provincia de Tiumén acaban de prohibir la vodka Presidente.-

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de julio de 2002