La renta variable española estuvo marcada a lo largo de toda la jornada por una fuerte volatilidad. Los inversores, aprovechando el nivel de precios en muchos valores, tomaron posiciones que rápidamente pasaron al lado de las pérdidas. El Ibex 35 estrenó la mañana con subidas superiores al 2%, pero la orientación claramente a la baja de los futuros en EE UU dieron al traste con cualquier intento de recuperación.
La desconfianza se ha instalado en los mercados y nada en estos momentos parece animar a unos inversores que se muestran muy cautelosos a la hora de tomar posiciones. Las esperadas palabras de Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal, señalando que la economía norteamericana comienza a fortalecerse no ayudaron en un primer momento a las bolsas europeas, que veían cómo Wall Street perdía posiciones con fuerza, el índice Dow Jones llegó a bajar un 2,5%. No obstante, se impuso cierta calma y los mercados fueron asimilando poco a poco los mensajes de tranquilidad. Los resultados empresariales, mejores de lo esperado en su mayoría, y el buen dato de la producción industrial en junio, con una subida del 8%, también eran motivos para una reacción.
El índice general de la Bolsa de Madrid perdió un 0,37%, mientras que el Ibex 35 finalizó con una inapreciable subida de 0,30 puntos. Telefónica subió un 5,21%, beneficiada por las alzas de los valores de telecomunicaciones en Europa. Los grandes bancos continuaron perdiendo posiciones, con un descenso del 2,18% para SCH y un 0,39% en el BBVA.
El euro siguió fortaleciéndose frente al dólar al marcar un cambio medio en 1,0127 unidades, y por la tarde la moneda única estaba en 1,0072 unidades. El volumen de negocio en el mercado continuo fue de 1.675 millones de euros y en dedua la rentabilidad de los bonos se situó en el 5,04%, frente al 5,01% del día anterior.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de julio de 2002