Las protestas contra la inspección técnica de vehículos por parte de la empresa española Riteve han dejado en Costa Rica 105 heridos y 78 detenidos por enfrentamientos entre los manifestantes y la policía, que se han producido durante los dos últimos días.
La mayoría de las personas atendidas por la Cruz Roja resultaron afectadas por los gases lacrimógenos lanzados por la policía, diez de cuyos oficiales fueron trasladados al hospital heridos por pedradas y palos. Al menos diez niños, vecinos de casas cercanas a los lugares de los enfrentamientos, también sufrieron el efecto del gas lanzado por la policía.
El presidente costarricense, Abel Pacheco, expresó su indignación por las protestas, que calificó de injustificadas, y aseguró que su Gobierno ha respondido a todas las peticiones de los diversos grupos que podrían verse más afectados por la revisión. "¿Cuál es la razón para estas peleas? Es hora de elegir en cuál Costa Rica queremos vivir. En un país de paz y orden o en uno de machetes y pedradas", dijo Pacheco en conferencia de prensa. "Lo único que queremos lograr es evitar el robo de carros y hacer más seguras las calles sacando de circulación vehículos que son una verdadera amenaza", agregó Pacheco.
Los grupos de protesta se lanzaron a las calles para exigir al Gobierno que elimine la revisión técnica por parte de la empresa española y que sean los talleres nacionales los que la realicen. Riteve ganó una licitación para inspeccionar los 650.000 vehículos de Costa Rica durante 10 años y debe decidir si están en condiciones de circular.
Ayer, la Fuerza Pública de Costa Rica desalojó a los manifestantes que mantenían cortadas desde el lunes varias carreteras del este y sur del país durante la segunda jornada de protestas contra la revisión técnica de vehículos. Las autoridades policiales de Costa Rica advirtieron que no permitirán más bloqueos ni violencia en las calles, tras desalojar a los manifestantes. El ministro costarricense de Seguridad, Rogelio Ramos, afirmó por su parte que, a pesar de que la situación ya está controlada, la presencia policial se mantendrá en los lugares más conflictivos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de julio de 2002