Momentos de gran susto y mucha tensión vivieron ayer 100 vecinos de los números 4 y 5 de la glorieta de López de Hoyos (Chamartín) cuando se vieron obligados a abandonar sus pisos ante el temor de que se derrumbaran. Un fuerte crujido les despertó en mitad de la noche, en torno a las cuatro de la madrugada. Salieron corriendo de sus viviendas y avisaron a los bomberos.
El Ayuntamiento de Madrid acomete en esa zona la ampliación del túnel de la calle de María de Molina, una obra presupuestada en 42,8 millones de euros y que estará terminada en febrero del año próximo.
El silencio de la noche se rompió de madrugada: 'Al principio se oyeron ruidos como si cayera arena o se descascarillara parte de la pared. Después le siguió un fuerte ruido, que parecía que el edificio se venía abajo', relataba ayer Beatriz Miralles García, una vecina del número 4 de López de Hoyos. 'Nos asomamos todos a la terraza para ver qué es lo que pasaba y, enseguida, salimos a la calle', explicó otra vecina.
Al lugar acudieron dos dotaciones de los bomberos del Ayuntamiento, que comprobaron que los edificios no tenían riesgo de derrumbe, por lo que permitieron a sus moradores regresar a sus domicilios. 'Nos han dicho que estemos pendientes de si hay nuevos movimientos o si las puertas o ventanas cierran mal', añadió otra residente. Los bomberos les aconsejaron, además, que contrataran a un perito imparcial para que determinara el alcance del incidente.
Un técnico de la Gerencia Municipal de Urbanismo explicó que el fuerte chasquido se debió a que los inmuebles se asentaron espontáneamente en el terreno: 'Los edificios carecían de junta de dilatación y estaban apoyados uno sobre otro. Con este movimiento las construcciones quedan más seguras, ya que el riesgo de hundimiento ha desaparecido'. Las obras del túnel y la bajada de las temperaturas pudieron incidir, según este técnico, en este movimiento de las edificaciones.
Hace 12 días, los vecinos de esta glorieta se quedaron sin agua durante horas al romper una excavadora un colector.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de julio de 2002