Norka Chiapuso (San Sebastián, 1963), responsable de la programación de teatro del Patronato de Cultura de San Sebastián desde 1999, asumió hace dos años la dirección de la Feria donostiarra, convertida ya en referente para compañías y programadores españoles. Cuatro días después de la clausura de la novena edición, Chiapuso apunta a que el reto radica ahora en dar el salto al mercado europeo de las artes escénicas.
Pregunta. ¿Qué conclusión saca del la IX edición de la feria?
Respuesta. La feria está consolidada a nivel artístico y de público. Las compañías españolas tienen cada vez mayor interés en participar y se nota en que, por ejemplo, ya nos han ofrecido el estreno de dos espectáculos para el año que viene. Cada vez vienen más programadores y más cualificados y el público responde. Hemos superado los 14.500 espectadores.
P. ¿Está funcionando realmente como motor económico?
R. Los cálculos que hicimos en 2000 y en 2001 nos dicen que sí. En cada edición se contrataron espectáculos por valor de más de 500 millones de pesetas y creemos que este año se superará esta cifra porque ya durante la feria se han cerrado muchos acuerdos.
P. ¿Cuáles son los retos a futuro?
R. Tenemos que corregir algunas carencias, crear un espacio de encuentro para los profesionales y dar un salto a otro nivel, abrirnos más al mercado europeo. Pero para eso necesitamos un refuerzo económico porque la feria ha crecido mucho.
P. Como programador, ¿cómo ve el teatro?
R. Se está volviendo al teatro de autor, de contenidos, a obras que reflexionan sobre lo que ocurre en la sociedad. Y eso me parece saludable.
P. ¿Es la función del teatro?
R. Es una de ellas porque está claro que no puede quedarse en la mera diversión. Lo que ocurre es que a veces influyen mucho las dinámicas comerciales para atraer al público. Pero para conseguir que crezca hay que vender, entre todos, el teatro en positivo y no perder el tiempo en discutir si existe o no una crisis.
P. Pero, ¿existe tal crisis?
R. El teatro lleva 2000 años y seguirá otros 2000. Puede que haya crisis pero no son cuestiones que al gran público le interesen.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de julio de 2002