La Guardia Civil ha puesto en alerta a sus efectivos en la Comunidad Valenciana, especialmente los Grupos Rurales de Seguridad, en aquellos municipios que concentran población de origen magrebí ante posibles incidentes por la crisis con Marruecos. Asimismo, según fuentes del instituto armado, la vigilancia se ha intensificado, en colaboración con el resto de cuerpos de seguridad del Estado, sobre los consulados de Marruecos. La decisión no implica, de momento, un movimiento de efectivos sino una dedicación especialmente orientada a posibles situaciones de tensión en zonas agrícolas de Valencia y Alicante, y en localidades de Castellón que concentran empresas dedicadas a la cerámica. Se trata de una medida de carácter preventivo para evitar posibles brotes xenófobos y racistas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de julio de 2002