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ESCALADA EN EL CONFLICTO HISPANO-MARROQUÍ

El secretario general de la ONU expresa su "preocupación" y se ofrece como mediador

"Preocupado" por el contencioso sobre la isla Perejil, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, ofreció ayer mediar entre España y Marruecos para resolver la crisis. El consenso en Naciones Unidas, sin embargo, es que las partes resuelvan sus diferencias bilateralmente. Madrid y Rabat dieron ayer sus respectivas versiones de los hechos al Consejo de Seguridad pero Marruecos no pidió, como había anunciado, una reacción por parte del organo decisorio de la ONU.

Annan pidió calma. Una de los portavoces de la ONU aseguró que el secretario general había seguido "con preocupación los recientes acontecimientos entre España y Marruecos" y había mantenido contactos con "líderes de ambas partes", animándoles a encontrar una solución diplomática.

Annan, dijo la portavoz, "lamenta toda acción unilateral llevada a cabo hasta ahora y espera que ambas partes se adhieran a su entendimiento original para resolver el asunto por medios pacíficos. (...) El secretario general está dispuesto a ofrecer sus buenos oficios" si las dos capitales lo desean.

No debería llegarse a tales extremos. El consenso entre los miembros del Consejo de Seguridad es que se trata de un asunto bilateral que debe resolverse de forma bilateral.

España y Marruecos se limitaron ayer a informar de lo ocurrido al Consejo de Seguridad en dos cartas remitidas por sus respectivos representantes, sin pedir mayores debates sobre el tema.

En su carta, el embajador marroquí ante la Organización de Naciones Unidas, Mohamed Bennouna, califica la operación española de "inconsiderada y peligrosa para la paz y la seguridad en la zona sensible del estrecho de Gibraltar" y critica el "refuerzo de la presencia militar de España en enclaves coloniales de otro tiempo que este país mantiene en el litoral mediterráneo de Marruecos". Por tanto, pide "el repliegue inmediato de las fuerzas de ocupación" del islote Perejil.

Bennouna asegura que la isla es "parte integrante del territorio marroquí" y que hasta ahora sólo servía "para algunos rebaños de ovejas de pastores marroquíes" que pasaban allí parte del invierno. "El ejercicio de la soberanía marroquí ha sido apacible y continuo" desde su independencia en 1956, afirma en su carta.

En la nota de diez puntos que horas antes había entregado el embajador de España ante la ONU, Inocencio Arias, Madrid hizo constar que consideraba "inaceptable la política de hechos consumados seguida por Marruecos, contraria a los principios de Derecho que rigen las relaciones internacionales entre Estados civilizados".

El documento termina asegurando que "España desea mantener unas relaciones fecundas de Amistad y Cooperación con el Reino de Marruecos y manifiesta desde este mismo momento su disposición a entablar conversaciones con este fin".

Es muy improbable que el Consejo tome cartas en el asunto porque tiene una agenda muy cargada.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de julio de 2002