El ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Mohamed Benaissa, descartó anoche dialogar con España mientras los legionarios españoles asentados en Perejil no se retiren del islote, y estimó que ni el rey Mohamed VI ni el primer ministro, Abderramán Yusufi, respaldarán públicamente la garantía que pide Madrid de que Rabat no volverá a ocupar el territorio controvertido cuando se vaya la Legión.
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"Yo no lo creo, ¿por qué?", se preguntó retóricamente Benaissa en una entrevista transmitida anoche por la Cadena SER, cuando el periodista le interrogó directamente por este segundo asunto. Tanto la ministra de Exteriores, Ana Palacio, como el vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, insistieron durante la jornada de ayer en que una declaración del rey o del Gobierno marroquí serían la mejor garantía que puede esperar España. Palacio dejó, sin embargo, la puerta abierta a otras modalidades de compromiso. Benaissa reiteró la única que ofreció ya el miércoles, y que evidentemente no ha sido considerada suficiente por el Gobierno español.
"Yo ya dí mi promesa, y la hago ahora públicamente: Marruecos no tiene ninguna intención de volver a la isla cuando salgan las fuerzas españolas de ahí", dijo en la entrevista con la SER. "La palabra es la palabra. No sé qué es lo que quiere como garantía de Marruecos. Yo creo que cuando un ministro habla y se compromete, sus palabras son palabras oficiales", añadió.
En relación con la oferta de diálogo que el Gobierno español le hizo el mismo miércoles a través de Ana Palacio, Benaissa aseguró: "Yo no puedo sentarme con la señora Palacio mientras las fuerzas españolas estén sobre la isla". "Francamente, qué le voy a decir. No tengo nada que decirle", afirmó más adelante. "¿De qué vamos a hablar? Nada. Así que empecemos uno por uno. Primero retirarse de la isla, luego empezamos a hablar".
"Testigo, la embajadora"
[Anoche, tras reunirse con una delegación libia enviada por Muammar el Gaddafi a Rabat y Madrid para facilitar el diálogo, Benaissa añadió la condición para hablar con Palacio de que España retire también todo el dispositivo militar desplegado tras la invasión de Perejil en torno a Ceuta, Melilla y las islas, informa Juan Carlos Sanz desde Rabat].
El ministro marroquí reiteró a la SER que en la madrugada del miércoles acordó con Palacio un compromiso que la parte española niega y puso por testigo del acuerdo a la embajadora de EE UU en Rabat. Según Benaissa, el único desacuerdo fue que Palacio exigió que Mohamed VI respaldara el compromiso "a las cuatro de la madrugada". "Pero señora, a las cuatro de la mañana yo no tengo derecho a dar órdenes a la seguridad para que hagan esto o aquello. Me dice, absolutamente o mañana o nada, y minutos después llegó la operación militar sobre la isla", sostuvo Benaissa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de julio de 2002