Los jardines que se extienden a lo largo del paseo de la Castellana de Madrid se convierten, en días calurosos y laborables, en restaurantes improvisados al aire libre. Los trabajadores de los cientos de oficinas del distrito financiero de la capital compran su almuerzo en los restaurantes de comida rápida y se trasladan después a las zonas verdes para consumir bocadillos, sándwiches y refrescos. Una imagen, como la de la fotografía, que hace asemejarse un poco a Madrid a las áreas de oficinas céntricas de Nueva York o Londres.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de julio de 2002