Quiero dar las gracias al doctor Dómine y demás médicos de la consulta de oncología de la Fundación Jiménez Díaz por el trato dado a mi marido durante el tiempo que ha durado su enfermedad. También doy mis más sentidas gracias a las enfermeras, auxiliares de enfermeras, celadores y personal del office. Han sido pacientes, comprensivos, atentos, cariñosos y buenos profesionales, tanto con mi marido como con los familiares que le acompañábamos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de julio de 2002