El lehendakari, Juan José Ibarretxe, interpretó ayer que la carta que le envió el jueves el ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, confirma que el Gobierno central "no comparte el contenido del Estatuto de Gernika" ni está por la labor de "cumplirlo". El presidente del Ejecutivo vasco entiende que en esa carta hay una exigencia implícita de que los partidos nacionalistas e IU abandonen "sus ideas" para proceder a negociar los traspasos pendientes.
El intercambio de cartas entre Ibarretxe y Arenas se ha desencadenado tras el ultimátum del Gobierno vasco, avalado por el Parlamento de Vitoria, para que el traspaso a Euskadi de las 37 competencias pendientes se produzca antes de dos meses. De no producirse estos traspasos, Ibarretxe asegura que podría tomarse las competencias por su cuenta.
Desde el Gobierno central, Mariano Rajoy subrayó ayer que barretxe está "en su derecho" al rechazar la reunión con Arenas, pero añadió que el lehendakari "no perdía nada" con esa entrevista.
Emplazamiento a Arenas
En una nota hecha pública ayer, la presidencia del Gobierno vasco insiste en que Arenas debe manifestar antes de cualquier entrevista su acuerdo o desacuerdo con varios preceptos del Estatuto de Gernika, entre ellos los artículos 1 y 2 y su disposición adicional, la que establece que la aceptación del régimen autonómico no implica renuncia a otros derechos que por historia pudieran corresponder.
El Gobierno autonómico considera "insólito" que se pretenda que los partidos que apoyan a Ibarretxe (PNV, EA e IU) "renuncien a sus ideas políticas para que el nuevo ministro se plantee cumplir una ley orgánica, como es el Estatuto de Gernika".
Ibarretxe tampoco considera de recibo que Arenas "diga no sentirse concernido por el pronunciamiento mayoritario del Legislativo vasco", al que define como la "máxima representación de la voluntad libre y democráticamente expresada por la ciudadanía vasca". De igual modo, le recrimina que continúe "sin clarificar cómo piensa cumplir y desarrollar el autogobierno de Euskadi", tal y como el pasado día 12 le pidió el Parlamento de Vitoria.
La presidencia del Gobierno vasco recuerda que en octubre del año pasado, con motivo del pleno de autogobierno, Ibarretxe propuso la constitución de una Comisión Política "al más alto nivel" para el desbloquear el desarrollo del Estatuto. La respuesta que entonces dio el Gobierno central, que consideró innecesaria esa herramienta y reorientó a Ibarretxe hacia los "cauces ordinarios" de diálogo y negociación entre ambas Administraciones, ha servido ahora a Ibarretxe para eludir el encuentro con Arenas, volviendo por pasiva aquella misma argumentación.
Arenas le respondió anoche. "Las ideas nacionalistas son muy respetables, pero no pueden suponer ningún salvoconducto para saltarse las leyes democráticas".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 20 de julio de 2002