Sólo confirmar y apoyar las quejas de Eduardo González Suárez, de Madrid, en Cartas al Director del domingo 14 de julio. Yo he estado 17 días sin teléfono.
Durante todo este tiempo he llamado a diario explicando la gravedad del asunto, puesto que trabajo en mi domicilio y el teléfono me es vital.
Al cabo de una semana se presentó un operario que no pudo hacer nada al no disponer de llave para abrir el cajetín donde están los registros del edificio donde vivo. Era un trabajador de una empresa externa a Telefónica.
Traté de que me dieran, sin éxito, un número de fax donde presentar una reclamación escrita.
En una de éstas, tras el 'le atiende fulanita, ¿en qué puedo ayudarle?', cuando supongo que la indignación me haría ponerme desagradable, simplemente me colgaron el teléfono. Al final, todo el problema era un cablecito que se había salido.
Para cinco minutos de trabajo, 17 días sin servicio.
Por supuesto, el operario que vino a arreglarlo también era de una contrata externa. Conclusión: Telefónica ha debido desmantelar la mayor parte de sus servicios de mantenimiento. ¿Qué sería de Telefónica si de verdad tuviera competencia?- Ángel Maíllo Gallardo. Majadahonda.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de julio de 2002