La fiesta de despedida de soltero de un joven de Tortellà (La Garrotxa) acabó el sábado con la intervención de Los Mossos d'Esquadra cuando éstos fueron alertados de que los participantes en la fiesta habían emborrachado a un poni con el que paseaban al novio. Los jóvenes, que utilizaron al animal como diversión en una céntrica calle de Olot, fueron interceptados por seis agentes de los Mossos, quienes les requisaron el animal.
Según informó ayer el diario El Punt, dos llamadas anónimas alertaron de que el animal, que transportaba al novio y a una muñeca hinchable, había estado bebiendo cerveza, que presuntamente le suministraron los participantes en la fiesta. Éstos lo negaron tajantemente ante la policía y aseguraron que el animal sólo había bebido agua de un cubo que ellos mismos le habían suministrado durante la tarde. La quincena de participantes en la fiesta consideran que el conflicto se debió a una confusión ya que ellos sí entraron en un céntrico bar de Olot para beber, aunque dejaron al poni en la calle. Algunos de los jóvenes salieron a la calle con las bebidas y ello pudo causar, en su opinión, que algún vecino pensara que estaban emborrachando al animal.
El poni fue trasladado a un centro de animales de Olot ante la sorpresa de los que celebraban la despedida. Según los jóvenes, además de los agentes, también se presentó una veterinaria para comprobar el estado de salud del animal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 22 de julio de 2002