Los trabajadores de Quiero TV, la primera televisión digital en España, que dejó de emitir el pasado 30 de junio, se encierran desde hoy en la sede de la empresa para protestar por los despidos que afectan al 90% de la plantilla. El expediente de regulación de empleo, en el que están incluidos 163 de los 175 empleados de la plataforma, es el último paso de un proceso que ha culminado con el cierre de la empresa, dos años después de que comenzara a emitir, en mayo de 2000.
La plantilla permanecerá encerrada, según fuentes del comité de empresa, 'hasta obtener una adecuada y justa respuesta por parte de la dirección' de la compañía a sus demandas sobre la indemnización por despido, fijado en 37,5 días por año trabajado.
Los empleados consideran difícil de creer que una empresa cuyo principal accionista es el segundo operador de telecomunicaciones en España, el grupo Auna, presente una oferta 'paupérrima' a los trabajadores. Quiero cuenta, además, con el respaldo del banco Santander Central Hispano, que asumió el control de Auna en diciembre pasado. Otros socios de referencia de la plataforma son Endesa, Unión Fenosa, MediaPark o Planeta.Además de iniciar un encierro, los empleados de Quiero TV han enviado una carta al presidente del SCH, Emilio Botín, como 'responsable de la profunda reestructuración del grupo de telecomunicaciones'. La misiva, escrita en un tono muy crítico, reprocha a Botín el destino final de la cadena y la situación a la que se ven abocados los trabajadores.
El elevado endeudamiento, unido al lento avance de los abonados y a los disparatados costes de producción, provocaron la crisis de Quiero TV, que presentó el expediente de regulación de empleo a finales de junio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 22 de julio de 2002