La iniciativa de un Observatorio de los Derechos Humanos y las Libertades, propuesta por el lehendakari hace ahora un año, durante el pleno de su investidura, está en puertas de ser presentada. El proyecto, confiado al ex director general de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza, está listo y su presentación pública tiene ya fecha, aunque Ajuria Enea declinó facilitarla. Será uno de los últimos actos oficiales antes de las vacaciones.
El diseño ha obtenido el visto bueno de Juan José Ibarretxe, después de introducidas modificaciones, algunas de ellas notables, al inicialmente ideado por Mayor Zaragoza. El presidente de la Fundación para una Cultura de Paz presentó un primer borrador que preveía una macroestructura que fue juzgada como excesiva y que ha sufrido una importante revisión a la baja. Ajuria Enea mantiene un hermetismo total sobre su forma final, el contenido concreto de su misión, las personas que lo integrarán e incluso sobre la identidad de su presidente.
El proyecto, dentro de una mayor modestia, mantiene su impulso de constituirse en organismo que vele por los derechos humanos, preste ayuda a las víctimas y realice propuestas basadas en una visión analítica y prospectiva de la realidad vasca. Para este año tiene una dotación presupuestaria de un millón de euros.
Junto con la Dirección de Víctimas del terrorismo, el Observatorio de Derechos Humanos y Libertades es una de los principales soportes de Ibarretxe en su cambio de política hacia las víctimas del terrorismo, aunque en el borrador inicial del proyecto ni siquiera se mencionaba a ETA.
Una de las primeras tareas del nuevo organismo podría ser la contemplación y análisis de las circunstancias y dificultades que los partidos no nacionalistas se encontrarán para concurrir a las elecciones municipales en igualdad de condiciones. La ilegalización de Batasuna podría ser también sometida a su juicio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 22 de julio de 2002