Una vez más a los gobernantes nacionalistas se les llena la boca con la palabra diálogo y luego resulta que son quienes no quieren practicarlo.
¿Cuántas veces habremos oído al Lehendakari Juan José Ibarretxe frases como 'hay que dialogar hasta el amanecer', 'diálogo sin exclusiones ni condiciones' o 'sin diálogo no hay solución'?. Infinidad de veces.
Y entonces ante una oferta de diálogo y de negociación como la que le ha realizado el Ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, el señor Ibarretxe empieza a poner condiciones para sentarse en la misma mesa. ¿Por qué esta vez hay condiciones? La respuesta es muy sencilla: a los nacionalistas sólo les gusta el diálogo en el que únicamente se acepten sus opiniones, tipo Elkarri o Mesa de Arkaute, para que el resto les digamos que sí a todo.
Y para terminar me hago otra pregunta, ¿por qué el dialogante Partido Nacionalista Vasco en una rueda de prensa nunca admite preguntas?- Gonzalo Zorrilla-Lequerica. Bilbao
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 22 de julio de 2002