Ecologistas en Acción exigió ayer paralizar el trasvase Júcar-Vinalopó, cuya puesta de la primera piedra estaba prevista para este mes, al considerar que el proyecto es totalmente distinto al que se expuso a información pública. Aducen los ecologistas que hasta la dirección general de Obras Hidráulicas del ministerio que dirige Jaume Matas ha solicitado a la dirección de Conservación de la Naturaleza 'un informe urgente de afección ambiental' del nuevo proyecto, documento que, explican, les ha exigido la UE para acompañar a la solicitud de financiación comunitaria. Desde el ministerio afirman que éste es un trámite normal cuando se solicita financiación europea. Pero los ecologistas anuncian que si el ministerio no redacta un nuevo estudio de impacto ambiental remitirán una denuncia a la Comisión.
El trasvase Júcar-Vinalopó ha sido muy criticado por los ecologistas porque implica detraer caudales del Júcar o, lo que a su juicio es peor, del acuífero del Macizo del Caroche. Aunque la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) siempre ha negado que se vaya a extraer agua del Caroche, los ecologistas aseguran que el presidente de la CHJ, Juan Manuel Aragonés, afirmó en La tribuna de Albacete en mayo que cuenta 'también con las aguas de los acuíferos' para el trasvase. El trasvase Júcar-Vinalopó, promovido por el ministerio a través de una sociedad anónima creada por la CHJ, Aguas del Júcar, SA, cuenta con una declaración de impacto ambiental (DIA) favorable. Sin embargo, sólo se ha adjudicado la construcción de uno de los tramos. Otros cuatro quedaron desiertos tras el concurso porque se decidió modificar el proyecto recogiendo las mejores propuestas de las ofertas recibidas. Los ecologistas aseguran que incluso se ha retrasado el inicio de las obras porque la UE se negaría a financiar una obra ya acometida antes de que se le soliciten las ayudas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de julio de 2002