El secretario de Estado de Estados Unidos, Colin Powell, envió sendas cartas a los ministros de Asuntos Exteriores de España y Marruecos, Ana Palacio y Mohamed Benaissa, respectivamente, el pasado sábado en las que se fija el acuerdo alcanzado por ambos países con la mediación de la Administración norteamericana, fechadas el 20 de julio y que el Departamento de Estado hizo públicas ayer.
En sus cartas, de texto idéntico, Powell afirma que entiende que las partes están de acuerdo en "restaurar y mantener la situación de la isla previa a julio de 2002" -es decir, antes de que Marruecos tomara el islote con poco más de media docena de gendarmes-, y que esto incluye la "retirada y ausencia de fuerzas militares o funcionarios del Estado, con o sin uniforme, y la retirada y ausencia de puestos militares y banderas u otros símbolos de soberanía".
Colin Powell especifica que "el uso de la isla, su espacio aéreo, y aguas circundantes será igual al previo a la actividad de julio". El secretario de Estado afirma entender que el acuerdo entrará en vigor a las 16.00 de Washington, 22.00 en España, del 20 de julio, tras 24 horas de "enfriamiento en las que no habrá declaraciones oficiales" sobre el asunto, y prevé la reunión que se celebró ayer en Rabat para firmar el acuerdo.
Los detalles del pacto, según refleja la misiva del responsable de la diplomacia estadounidense, incluyen una declaraciones de las partes de que las acciones derivadas del acuerdo "serán sin perjuicio de sus posiciones acerca del statu quo de la isla", además de un compromiso para resolver "exclusivamente por la vía pacífica cualquier disputa" entre ambos países.
Las partes también se comprometen a "mantener una postura pública constructiva en torno a la resolución de esta disputa en su mutuo interés, sin ganadores o perdedores", y a "desarrollar el acuerdo de buena fe".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de julio de 2002